In Memory of

Jose

Manuel

Sequera

Meneses

Obituary for Jose Manuel Sequera Meneses

José Manuel Sequera Meneses
September 10, 1943 ~ April 19, 2023

Our beloved husband and father José Sequera departed suddenly but peacefully in Calgary after living a long, good and happy life. Jose will be greatly missed and lovingly remembered by Nancy, his devoted wife for nearly 57 years, their three daughters Belkys, Carolina and Belen, their sons-in-law Héctor, and Colin, their five grandsons, Carlos Jose, David, Samuel, Santiago and Kyle and their great-granddaughter Alhana.

José was born in Jusepín, a little town in the eastern region of Venezuela. The second child of nine from Justo German Sequera Riera e Hildemara Meneses whom predeceased him along with four of his siblings.

José met Nancy, the love of his life, in Caracas in July 1964. It was love at first sight for both, getting married on July 16, 1966. They travelled the same day to Texas, U.S., to spend 3 months in Abilene Christian College, on a scholarship program José won as the only representative from Venezuela to learn about the history, culture and language of the United States. On 1968 they moved to Caracas to pursue their university degrees. Jose graduated with a Bachelor of Arts in Education in 1972 and worked as a principal of different educational institutions during his career.

José lived in Lexington, KY, US in 1998 while studying English as a Second Language with his wife and later returned in 2000 to reside there until 2006. They returned to Venezuela spending two more years before immigrating to Calgary, Alberta in October 2008.

José was a great man, a family man, a man of faith, with a big sense of duty to his family and a great sense of humor. He was a happy man, brightening every place he went to, drawing smiles and laughs with friends and strangers alike. He was a sweet man dearly cherished by those who knew him closely.

He combined his passion for playing domino and mingling with people with his love for carpentry and a business mindset to make wooden domino tables to raffle in Venezuelan community events and sell by order to his close friends. Perhaps one of his beautiful legacies in Calgary is seeing the product of his hard work displayed at domino tournaments organized by him and Nancy, where his friends usually bring his domino table creations.

Jose lived a long, well, fulfilled and independent live with his wife until his last days, teaching his youngest grandson to play the clarinet on April 16th in a moment of tender love and happiness, his brightest day on his final journey, in which now we consider it to be his last great breath of life and his very last mission.

Querido esposo (dear husband), papá (dad), abuelo (grandpa), papa-abuelo and bisabuelo (greatgrandpa), we will dearly cherish your teachings, memories, and stories forever and you will forever live with us in our hearts.
Te queremos mucho, viejito lindo (We love you very much, our old man). Descansa en paz.

In lieu of flowers, donations may be made in Jose’s memory to Foothills Medical Centre in care of the Calgary Health Foundation.

For those who are not able to attend, you are also able to watch via LiveStream at either via YouTube or via CalgaryAV which has a password that is Case Sensitive (WeAreOne).


José nació en un pueblo llamado Jusepín ubicado en el oriente de Venezuela, quizás de allí su alegría y ganas de compartir esa alegría con quienes le rodeaban. A pesar de las dificultades que enfrentó, su empeño en superarse lo llevó a estudiar y trabajar desde muy pequeño, logrando ser director de escuela primaria a los 19 años de edad. Siguió trabajando duro y formándose hasta graduarse de licenciado en educación en la UCV. Su afición por la música lo motivo a estudiar un poco el clarinete, y aprovechó cada oportunidad para aprender y seguir su formación académica. El decía de sí mismo que si hubiese tenido la oportunidad, hubiese llegado a trabajar en la NASA.

Tributo de su esposa Nancy

Mi querido negro José, partiste mucho antes de lo que esperábamos. Dios así lo quiso. Sentí que mi corazón se partía cuando abrazada a tí ví que dos lágrimas rodaban por tus mejillas y con mucho amor tus ojos me expresaban tu tristeza cuando estabas partiendo a la Gloria Celestial. Tu espíritu y las grandes vivencias que compartimos durante casi seis décadas, permanecerán vivas por siempre en nuestros corazones. Nunca podremos olvidarte. Me dejas un gran tesoro: nuestras tres hijas: Belkys, Betsy y Belenitza, nuestros cinco nietos: Carlos, David, Samuel, Santiago y Kyle, nuestra bisnieta Alhana y nuestros yernos Héctor y Colin. Ellos son mis pilares para mantenerte vivo recordando a cada instante tantas cosas que la vida nos presentó y en equipo sólido y unido las superamos. Siempre tuviste un abrazo, una mano dispuesta para ayudar, una sonrisa y un chiste para celebrar los sucesos en el diario vivir de nuestra familia y en el compartir con nuestros amigos. El recuerdo común que le dejas a nuestra familia y amigos es el gran sentido del humor que siempre tenías, tu alegría era contagiosa.

Mi negro bello, hoy solo te digo hasta luego. Cuando Dios lo disponga nos volveremos a encontrar en la Gloria Celestial
Tributo de su hija Belkys

Celebro tu vida, celebro esos recuerdos que nos dejaste llenos de ganas de seguir adelante y ser mejores cada día, celebro tus chistes, tus cuentos interminables del gallo pelón, y cada pequeño detalle que quedan por siempre grabados en mi corazón , esos que cuando vienen a mi mente hacen que se dibuje una sonrisa en mi rostro.

Hasta siempre viejito.

Tributo de su hija Carolina

Nunca escatimaste nada para tus hijas y en cuanto podias nos llevabas a pasear y a comer en nuestros lugares preferidos. También a la playa donde nos enseñaste a comer ostras frescas con limón. En las vacaciones nos llevaste a recorrer nuestro país, desde el oriente donde naciste hasta el occidente donde nació mi mamá, paseando por la Cueva del Guácharo, Puerto La Cruz, El Junquito y La Colonia Tovar donde comíamos cachapas con chicharrón. También a los Médanos de Coro y a Mérida para pasear por el teleférico más largo y mas alto del mundo. Luego en Lexington, nos llevabas a tus restaurantes favoritos y por supuesto a ver al Kentucky Derby cuando íbamos a visitarlos. Hablabas muy orgulloso de Cañonero, el único caballo venezolano que casi ganó la triple corona, y que para tí fué el campeón. Cuanto te hubiese alegrado saber que un jinete venezolano acaba de ganar el Kentucky Derby. Celebramos por tí esa victoria. Hasta siempre querido papá, para nosotras tú serás siempre nuestro campeón.

Tributo de su hija Belén

Hombre de familia, hombre de fe, hombre echá pá lante y ávido jugador de dominó. Educador cien por ciento tanto en el trabajo como en el hogar. Diste lo mejor de ti como padre y como director en distintos institutos educativos, procurando recursos para que tus estudiantes tuvieran experiencias inolvidables en sus paseos de campo. Gracias a tu visión, tenacidad y habilidad para contactar al político correspondiente, al ministerio de educación o al gerente de la industria petrolera más cercana y proponerles tus ideas hasta lograr tus objetivos.

Como presidente de la asociación de padres y representantes del Liceo Carlos Soublette, lograste nombrar la biblioteca del liceo con el ilustrísimo nombre de Arturo Uslar Pietri. Y aún hoy no me explico cómo lograste que el mismo Uslar Pietri viniera a la inauguración.

Carpintero de corazón, ideando siempre tu siguiente proyecto en madera. Te graduaste haciendo mesas de dominó aquí en Calgary para venderlas a tus amigos del dominó. Que legado tan bonito, ver el producto de tu esfuerzo en los torneos de dominó que con tanto gusto tú y mi mamá han organizado. Gracias por enseñarnos tantas cosas y entre esas, como jugar dominó, tu pasatiempo preferido.

Gracias por estar siempre presente, siempre sonriente, por nunca quejarte de tus dolencias y enseñarnos que la procesión se lleva por dentro. Por todo tu amor, toda tu dedicación y por inculcarnos los valores de familia y creencia en Dios. Por todo esto y mucho más y por tu gran sentido del humor, estaré eternamente agradecida a tí y a nuestro Dios. Te quiero inmensamente mi viejito lindo.